martes, 3 de agosto de 2010

GLOBALIZACION





GLOBALIZACION UN PROBLEMA DE TODOS


Según esta visión materialista, el hombre, pura materia, es definitivamente incapaz de descubrir la verdad sobre sí mismo o sobre el sentido de su vida. De esta forma es reducido al agnosticismo de principio, al escepticismo y al relativismo moral. Los ¿por qué? no tienen sentido alguno; sólo importan los ¿cómo?Los términos «mundialización» y «globalización» son hoy en día parte del vocabulario corriente.


Ambos conceptos se utilizan indistintamente para indicar que, en escala mundial, los intercambios se multiplicaron rápidamente, lo que se hace evidente en los sectores científicos, técnicos y culturales. La multiplicación de intercambios se tornó posible gracias a sistemas de comunicación más rápidos y eficaces.Dentro de este primer sentido corriente, los términos mundialización y globalización evocan la interdependencia de las sociedades humanas. Una crisis económica en los Estados Unidos, decisiones de la OPEP sobre el precio del petróleo, las tensiones entre palestinos e israelíes -para citar apenas algunos ejemplos- tienen repercusiones de carácter mundial. Nos vemos comprometidos, interpelados e incluso afectados por catástrofes que pasan lejos de nosotros, sentimos nuestra responsabilidad frente al hambre y la enfermedad en todo el mundo.Las propias religiones dialogan intensamente. Inclusive dentro de la Iglesia católica, las comunicaciones se intensificaron.Adquirimos así una aguda conciencia de que pertenecemos a la comunidad humana. En este primer sentido, habitual, hablamos de «integración».


En lenguaje común se dice que «las distancias no cuentan más», que «los viajes aproximan a los hombres», que «el mundo se convirtió en una aldea».El mundo tiende a una mayor unidad. En principio deberíamos alegrarnos. Es natural que la nueva situación lleve a que se consideren nuevas estructuras políticas y económicas que procuren brindar respuesta a nuevas necesidades. Sin embargo, ello no puede realizarse a cualquier precio y de cualquier manera (1).Unificación política, integración económicaDesde hace algunos años, el sentido de las palabras mundialización y globalización se hizo un poco más preciso. Por mundialización, se entiende ahora, la tendencia que lleva a la organización de un único gobierno mundial. El acento se coloca sobre la dimensión política de la unificación del mundo. En su forma actual, tal tendencia fue desarrollada por diversas corrientes estudiadas por los internacionalistas (2).


En esta línea de pensamiento basta citar dos ejemplos. El primer modelo remonta al final de los años 60 y es de autoría de Zbigniev Brzezinski (3).


Según esta visión, Estados Unidos debe reformular su tradicional mesianismo y asumir la conducción mundial. Deben organizar las sociedades políticas particulares tomando en cuenta una tipología que las clasifica en tres categorías según su grado de desarrollo. La mundialización se define aquí a partir de un proyecto hegemónico con una disyuntiva esencial imponer la Pax americana o sumergirse en el caos.Al final de los años ochenta surge otro proyecto mundialista, del cual Billy Brandt es uno de los principales artesanos.


El Norte (desarrollado) y el Sur (en desarrollo) necesitan uno del otro; sus intereses son recíprocos. Resulta urgente tomar nuevas medidas internacionales para superar el abismo que los separa. Dichas iniciativas deben ser tomadas en el plano político; deben incidir prioritariamente sobre el sistema monetario, el desarme, el hambre.


Según el «programa de supervivencia» del informe Brandt, es preciso crear «un mecanismo de vigilancia de alto nivel» que tendría por principal misión tornar a la ONU más eficaz, así como consolidar el consenso que la caracteriza (4). El concepto de mundialización que aparece aquí no se vincula de manera alguna a un proyecto hegemónico. Se sitúa en la tradición de la «internacional socialista». Sin duda, no se llega a recomendar la supresión de los Estados, pero la soberanía de estos debería limitarse y colocarse bajo el control de un poder mundial, si queremos garantizar la supervivencia de la humanidad.Al mismo tiempo en que el término «mundialización» adquiere una connotación esencialmente política, la palabra globalización adquiere una connotación fundamentalmente económica. La multiplicación de los intercambios y la mejora de las comunicaciones internacionales estimulan a hablar de una integración de los agentes económicos a nivel mundial. Las diversas actividades económicas serían divididas entre los diferentes Estados o regiones. El trabajo sería dividido a unos les corresponderían, por ejemplo, las tareas de extracción, a otros, aquellas de transformación.


Finalmente, en la cúspide del sistema de toma de decisiones, se encontrarían aquellos avocados a las tareas de producción tecnológica y de coordinación mundial. Dicha visión de la globalización es francamente liberal. Sin embargo, con una cierta reserva aunque sean preconizadas de manera amplia la libre circulación de bienes y capitales, lo mismo no se da con respecto a la libre circulación de personas (5).

La «Carta de la Tierra»


La ONU está en proceso de elaborar un documento muy importante sistematizando esa interpretación holística de la globalización. Se trata de la «Carta de la Tierra», de la cual innumerables borradores ya fueron divulgados y cuya redacción se encuentra en fase final. Dicho documento sería invocado no sólo para superar a la «Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948», sino también, según algunos, para reemplazar al propio Decálogo. Veamos, a título de ejemplo, algunos extractos de dicha Carta:“Nos encontramos en un momento crítico de la historia de la Tierra, el momento de escoger su destino... Debemos unirnos para fundar una sociedad global durable, fundada en el respeto a la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y la cultura de la paz...”“La humanidad es parte de un vasto universo evolutivo... El medio ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común a todos los pueblos. La protección de la vitalidad, de la diversidad y de la belleza de la Tierra es un deber sagrado...”“Un aumento sin precedentes de la población humana sobrecargó los sistemas económicos y sociales...”“En consecuencia, nuestra opción es formar una sociedad global para cuidar de la Tierra y cuidarnos los unos a los otros o exponernos al riesgo de destruirnos a nosotros mismos y destruir la diversidad de vida...”“Precisamos con urgencia de una visión compartida respecto de los valores básicos que ofrezcan un fundamento ético a la comunidad mundial emergente...”
¿ERES PARTE DEL PROBLEMA O DE LA SOLUCIÓN?







GLOBALIZACION COLOMBIANA


Una de las expresiones que mejor refleja el comportamiento de la comunidad internacional en la sociedad moderna de hoy es la globalización, entendida como fenómeno sociocultural que promueve la migración y potencia el desarrollo del capital humano de los países latinoamericanos y de la región. En este contexto y con el objetivo de analizar la globalización a partir de las oportunidades de crecimiento personal y profesional que ofrece, especialmente a las nuevas generaciones que comienzan a insertarse en el mundo laboral, la Escuela de Administración y Negocios de DuocUC, a través de la carrera de Asistente Ejecutivo de la sede Padre Alonso de Ovalle, recibe este viernes 13 de junio la visita del experto colombiano en proyectos sociales y culturales, y doctor en Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, Álvaro Zuleta Cortés, quien dictará la conferencia “Globalización y cultura”.


Una actividad para todos La actividad, gratuita y con entrada liberada para todo público- se realizará a partir de las 11:00 hrs. en el Aula Magna de la Sede Padre Alonso de Ovalle de DuocUC (Alonso de Ovalle 1586, Santiago). El encuentro contará con la asistencia del Embajador de Colombia, Carlos Julio Gaitán; la agregada cultural de la embajada de ese país, Adriana Buchelly; y el director de la sede Padre Alonso de Ovalle de DuocUC, Andrés Pumarino. La vista del especialista internacional se enmarca en el ciclo de seminarios culturales sobre integración latinoamericana, “Cátedra Colombia”, que impulsa la embajada de ese país desde el año pasado. Un desarrollo sin límites A partir de su vasta experiencia en proyectos sociales y culturales, donde se ha destacado como director de la Asociación Socio-Cultural y de Cooperación al Desarrollo por Colombia e Iberoamérica (ACULCO), Zuleta se referirá a la importancia de pensar que no hay límites en el desarrollo de las personas y que es posible perfeccionarse, estudiar o trabajar sin perder la identidad y aportando al desarrollo del país y de la región

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